¿Qué es?
Consiste en la pérdida de transparencia y opacificación del cristalino, siendo su causa más frecuente el envejecimiento natural del ojo, debido a la edad del paciente. También puede aparecer como consecuencia de traumas, exposición a rayos ultravioletas, diabetes, procesos inflamatorios, fármacos, o causas congénitas, entre otras.
Los síntomas más frecuentes son la disminución de la calidad visual, deslumbramiento y visión borrosa entre otros.
¿Cómo se trata?
El oftalmólogo deberá confirmar la presencia de catarata, en qué medida afecta a la capacidad visual del paciente y si está en condiciones para intervenirla quirúrgicamente.
Una vez hecho esto, el tratamiento definitivo es la cirugía, retirando la catarata y reemplazándola por una lente intraocular. En función de los objetivos de la cirugía se puede optar por una lente monofocal, multifocal y/o tórica.